lunes, 8 de junio de 2009

Bagua


Es triste despertar cada día y encontrarse con muertes, con accidentes, con asesinatos, con robos, con violencia, saber que cada día más vidas se pierden injustificadamente pero es aún más doloroso cuando estas vidas se han perdido por algo que se pudo evitar si tan sólo el gobierno, los congresistas y los políticos en general, dejasen de pensar en llenar sus bolsillos, en ser el centro de atención, en figurar por banalidades y empezaran a figurar porque al fin nuestro país empieza a ver la luz, porque nuestros pueblos más olvidados empiezan a sentirse y a ser parte del Perú.
Una muerte no se justifica, no hay argumento que valga para explicar la pérdida de una vida; hoy cargamos una cinta negra para recordar la injusta muerte de policías y nativos, personas tan personas como nosotros, como nuestros hermanos, padres, tíos, primos, amigos, vidas que se han extinguido por falta de tolerancia, por egoísmo, pero sobre todo porque en este país aún no aprendemos a ponernos en los zapatos del otro.