Hoy me levanté y decidí ponerme una minifalda. Como en esta época el clima limeño está terrible y el frio es de muerte, me puse debajo unas mallas o medias panty de color guinda, gruesas como para no congelarme las piernas. Vestida así salí a las calles de Lima y me divertí viendo la reacción de la gente. Yo siempre he dicho que mis piernas son unas botijitas, las personas me dicen que no pero yo creo que son unas botijitas, en fin, me gusta como son total son piernas y me alegro de tenerlas. Los hombres: ante mi minifalda y mis mallas de color guinda, los hombres volteaban a mirarme las piernas (obvio, mañosos); unos me decían cosas (a las que no prestaba atención), otros silbaban, otros simplemente miraban embobados (por qué llama tanto la atención una minifalda???) . Me divertí viendo cómo algunos hombres se quedaban mirándome y cuando yo los miraba se hacían los disimulados, volteaban, se hacian los locos. Otros que notaban que los había descubierto me mandaban una mirada seductora (según ellos). Sin embargo, la reacción que más disfrute fue la de las mujeres. Siempre hemos sabido que la mayoría de los hombres no presta tanta atención a cómo te vestiste, se fijan por lo general en cuán buena estás pero, las que se fijan en todo son las mujeres. Sí!!! a las mujeres nos encanta criticarnos entre nosotras.
Hoy que me puse mi minifalda veía cómo algunas me miraban de pies a cabeza, con cara de que me odiaban por vestirme así, no sé si porque sus novios me podían ver aunque yo creo que era porque ellas no se atreven a vestirse así. A qué mujer no le encanta verse sexy, sentirse sexy y notar que las miradas se dirigen hacia a ellas, a todas nos gusta!! Pero no todas nos atrevemos a expresarnos. Para mí la vestimenta es un medio de expresión, mi madre siempre se queja de que demoro mucho vistiéndome pero me demoro porque debo encontrar aquello que vaya acorde con mi estado de ánimo, con lo que siento.
En fin, hoy vi cómo las mujeres me lanzaban miradas de: qué te has puesto, cómo sales así, no te da verguenza; pero claro, también estaban las que te miraban con cara de qué chevere tu look. Porque hay todo tipo de mujeres como las envidiosas o las que te miran simplemente por ver tu atuendo.
Así, hoy reconocí cuán críticas somos las mujeres, cómo nos gusta criticarnos entre nosotras, mirarnos y comentar (o rajar). Y pensé, creo que más que críticas, es que no nos gusta ver cómo otras mujeres pueden ser más osadas, atreverse a llamar la atención más que unas o simplemente, captar más de esas miradas masculinas que a todas nos gustan.
